El futbolín es un juego especialmente apreciado por personas de todas las edades, sobre todo por su sencillez.
Este deporte goza de gran popularidad en todo el mundo, hasta el punto de que ha alcanzado un nivel de estima muy elevado, lo que ha llevado a los jugadores a crear respetables competiciones internacionales.
Aunque se puede encontrar prácticamente en todas partes, en bares, pubs y salones recreativos, pocas personas conocen realmente todas las reglas del futbolín y a menudo acaban por no aprovechar al máximo la diversión que puede proporcionar este deporte.
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¿Por qué es tan popular el futbolín?
Aunque las reglas del futbolín son poco conocidas en su totalidad, amigos de todas las edades disfrutan comparando sus habilidades de precisión, tiro y velocidad en un intento de marcar tantos goles como sea posible.
La historia de esta actividad tiene sus orígenes en 1921, cuando el francés Alexandre de Finesterre creó los primeros futbolines profesionales. Desde entonces, esta mesa de juego se ha convertido en una constante en hogares y lugares de trabajo, proporcionando una oportunidad para socializar y divertirse.
Aunque las dimensiones del futbolín son bastante amplias, para espacios reducidos o para quienes buscan ocupar poco espacio, es posible optar por soluciones plegables. Algunos modelos también permiten un segundo uso, como los que se convierten en un escritorio o en una mesa versátil y práctica para el hogar con sólo unos movimientos. Esto permite a los aficionados disponer siempre de un campo de juego cuando deciden organizar una fiesta y entretener a invitados y amigos.
Todas las reglas del futbolín
El futbolín puede variar según el país en el que te encuentres y el tamaño de la propia mesa, sin embargo, por lo general, el futbolín se juega en una mesa rectangularcon una base de cristal, o resina, y dos equipos formados por el mismo número de jugadores. La disposición de los hombrecitos en las varillas se divide en: un portero, dos defensas, cinco centrocampistas y tres delanteros.
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Cómo empieza una partida de futbolín
El objetivo del juego es marcar hasta 9 goles teniendo cuidado de no romper las reglas principales del futbolín. Pasar y rodar son sólo un pequeño ejemplo de ello. En las grandes competiciones, también es posible establecer rondas y clasificaciones que llevarán a los mejores equipos a jugar entre sí, acumulando 3 puntos por cada partido ganado. Una vez colocados todos los participantes y establecido el equipo que saca primero, se puede dar el «pitido inicial». El jugador encargado de los mediocentros y delanteros golpea el balón una vez en la banda y luego lo lanza al centro del campo. El gol sólo se considera válido si el balón ha tocado la banda contraria.
Después de este pase, se consideran válidos tanto los pases entre portero y lateral como los pases entre medio lateral y delantero. Además, también se consideran válidos los tiros hacia el campo propio con la espalda de los hombres y los golpes a la pelota por uno o varias varillas, incluida la del portero. Tras el final del partido, es habitual practicar un «tiro de gracia», en el que el equipo que haya alcanzado los 9 goles tiene la oportunidad de hacer uno adicional.
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Mal comportamiento y faltas
El juego, aunque sencillo y apto para todas las edades, tiene unas reglas muy precisas, sobre todo en lo que se refiere a las acciones no permitidas. Entre ellas figuran, sin duda, el giro de 360° del taco, el golpeo excesivo de los tacos para provocar una distracción en el adversario y el movimiento deliberado del tablero de juego. Además de todas éstas, también es imposible tocar la pelota con las manos una vez colocada en el campo, el bloqueo de las varillas del adversario o cualquier intento de bloquear la pelota.
Cuando la pelota se encuentre en una posición inalcanzable por cualquier hombrecillo, o salga de la mesa, se realizará un tiro por parte del equipo contrario en el punto en el que haya salido del perímetro de la pista o en el que haya dejado de moverse. En las competiciones en las que haya un gran número de participantes, el árbitro o juez sacará tarjetas amarillas o rojas, en función de la conducta de los jugadores y del desarrollo del juego. Cada sanción supone la resta de un gol del total alcanzado en ese momento, mientras que la tarjeta roja o expulsión supone la resta de 3 goles.
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