La tumbona es un producto que siempre está presente en los hogares de todos.
Cualquiera con poco espacio se aprovecha de esto y guarda al menos una o dos tumbonas en el garaje o en el sótano.
Solo un balcón, una terraza o un jardín que en cuanto llega el buen tiempo lo aprovechamos para disfrutar de un poco de relax; quizás en una de nuestras tumbonas. La idea es simple, pero brillante y, como todas las ideas brillantes, incluso la cuna tiene orígenes antiguos. Derivado de la greppina, un sillón de origen griego comúnmente asociado con los filósofos, que lo adoptaron en lugar de lo que ahora es la silla en sus lecciones. Elección inteligente para una persona que pasa la mayor parte del tiempo sentada. Tanto es así que la misma greppina fue adoptada luego por el mundo romano con el nombre de silla.
La Tumbona hoy en día
Historia aparte, la tumbona ha tenido un éxito constante; ha dado también lugar a variantes como la tripolina, de uso militar, o la silla de director. Estas ahora forman parte de la categoría más amplia de las sillas racionales. En todo esto, el principio es siempre el mismo por mucho que pase el tiempo. Claramente, este es un diseño difícil, si no imposible, de superar. De vez en cuando alguien lo intenta; con sillas hinchables que se llenan de aire mientras se corre u otros hallazgos similares, pero no hay nada que hacer: los que quieren estar cómodos y relajados eligen la tumbona.
Por supuesto, ciertamente existen alternativas válidas; las muy habituales sillas de playa, por ejemplom, pero la tumbona ha ganado un lugar cada vez más importante en el corazón de los turistas y amantes del relax. Piscinas, baños y cualquier persona con jardín elige la tumbona. Cómoda, relajante y ahora aún más versátil. Entonces, ¿cómo mejorar un producto tan exitoso? En primer lugar podemos hablar de materiales, que hoy en día son cada vez más de calidad, pero hay otras características a evaluar. Veámoslas juntos, para que podamos entender lo que realmente hace por nosotros.
Tejido de Textilene
Las tumbonas de hoy, al menos las de calidad, están construidas con tejidos a base de textilene, una fibra sintética derivada del procesamiento de PVC ultrarresistente y que no sufre agentes atmosféricos ni exposición prolongada a los rayos UV. Esto significa, y es especialmente útil para piscinas e instalaciones de baño, que la tumbona no perderá color con el paso del tiempo, como suele ocurrir con los rayos ultravioleta, no sufrirá la lluvia ni la sal y, por tanto, podrá resistir el paso del tiempo.
Para un establecimiento de baño esto significa reducir costes y mantener alta la calidad del mobiliario; un aspecto quizás puramente estético, pero que puede marcar la diferencia cuando se quiere mantener una determinada imagen ante los clientes. Además, si cogemos una tumbona con capota regulable incorporada obtendremos una sombra agradable, mucho más fresca que la de un tejido sintético de menor calidad.
Respaldo Ajustable
Si antes la hamaca dominaba las playas y piscinas, hoy la tumbona se ha sumado al panorama del verano. De hecho, ahora podemos tener camas de playa con posiciones regulables y respaldos reclinables que cubren muchas más posiciones que en el pasado, y desde la clásica posición horizontal podemos pasar a esos mismos ajustes de «sentado» o intermedios que tendríamos con una tumbona tradicional.
Aluminio Anodizado, Acero Inoxidable y Ratán
Los materiales marcan la diferencia, como ya hemos podido adivinar. El textilene tiene sus ventajas, pero incluso los componentes más estructurales, los que no se ven, no deben subestimarse. Una tumbona hecha completamente de poliatán carece de esas partes de hierro que tienden a oxidarse o descomponerse con la exposición a los agentes atmosféricos y la sal. La vida útil de una tumbona de polirratán es ciertamente más larga que la de una vieja tumbona obsoleta. Las tumbonas en textilene, obviamente las de calidad, están construidas con tornillos y componentes en aluminio anodizado y acero inoxidable que no se oxidan y no sufren las inclemencias del tiempo. Para un establecimiento de baño o una piscina todavía significa reducir los costes de gestión, un aspecto decididamente nada despreciable. Ya sea en polirratán o aluminio y textilente, la cama de playa de hoy definitivamente ha cambiado de ritmo.
Tumbonas Plegables y Ajustables
El diseño de la tumbona, como hemos visto, lleva siglos y cuesta pensar en mejorarlo. Sin embargo, siempre podemos mejorar su estructura y usabilidad. De hecho, las camas de hoy son plegables y ajustables, lo que nos brinda más posibilidades de configurar el asiento que más nos convenga. Además, considerando también el reducido peso de los materiales de última generación, son más fáciles de transportar, una ventaja indiscutible para quienes frecuentan las playas libres, pero también para quienes se limitan a utilizarlos en su jardín o en la terraza. Para quienes los utilizan de forma profesional y disponen de abundantes stocks, la posibilidad de plegar y apilar sus camas de playa permite ahorrar espacio y facilitar las operaciones de fin de jornada, como limpieza y mantenimiento. Algunos modelos también están equipados con asas o ruedas para maximizar estas cualidades.
Sistemas de Seguridad para los dedos
Si pensamos en las tumbonas de hace muchos años no podemos olvidar todas las veces que nuestros dedos se han quedado atascados en los engranajes y en los clicks necesarios para abrirlos y ajustarlos. Hoy, finalmente, los sistemas de protección para los dedos se han adoptado en tumbonas de playa de calidad. Las piernas se abren y se colocan sin inconvenientes. También se incrementa la estanqueidad y capacidad de las mejores tumbonas, gracias al uso de materiales de última generación, para que incluso bajo un peso excesivo no corramos el riesgo de encontrarnos en el suelo, en la arena o en el césped.
Conclusión
Quizás ya conocíamos el motivo del éxito de la tumbona en la historia; al fin y al cabo basta con probar una de calidad para realizarla. Ahora también sabemos cómo realizar el producto que estamos comprando a la luz de los últimos desarrollos en diseño y materiales. Solo tenemos que buscar la tumbona que más nos convenga y aprovechar el primer día soleado para tumbarnos en el jardín o en la playa y relajarnos.
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