Parece sencillo, pero para muchas personas sigue siendo una duda; ProduceBlog ha preparado una breve guía para ponérselo fácil a todo el mundo.
Limpiar un Sofá requiere cuidado y atención: un movimiento en falso, y habremos estropeado un elemento esencial del mobiliario. Veamos juntos algunos consejos útiles.
Al ser uno de los muebles más utilizados, limpiar el sofá con regularidad y cuidado es una operación importante. No sólo desde el punto de vista higiénico: salvaguardar la belleza de los tejidos y acabados, y realizar un mantenimiento adecuado, garantizará que este mueble dure tantos años como sea posible, sin tener que comprar uno nuevo periódicamente.
Vale, pero ¿cómo se limpia un sofá? Buena pregunta.
Como hay tantos tipos de sofá, de tejidos, de fundas, la respuesta no puede ser una sola; para cada tipo hay métodos adecuados, productos adecuados y cosas que no hay que hacer. ProduceShop ha reunido los consejos más importantes en esta guía rápida y práctica; intenta seguirlos al pie de la letra, y te asegurarás de proteger y mantener tus sofás durante muchos años.
En primer lugar, una limpieza diaria adecuada
Como cualquier operación de mantenimiento y limpieza, limpiar el sofá, si se hace con regularidad, resulta más fácil. Igual que con el coche, la cocina, el baño, la piscina y la bañera de hidromasaje, o incluso con nosotros mismos, una limpieza diaria facilita la gran limpieza periódica. Esto no significa que tengamos que esforzarnos todas las mañanas; bastan unas pequeñas precauciones para tener un sofá siempre limpio y en buen estado.
Algunas pequeñas acciones cotidianas que nos ayudan a largo plazo:
- pasa la aspiradora, posiblemente con un cabezal de cepillo o una boca más estrecha, para eliminar el polvo y las migas que se depositan, sobre todo en huecos y juntas;
- un paño electrostático ayuda a eliminar el pelo, cualquier pelo de mascota, e incluso más polvo, que a menudo puede escaparse en algunos lugares;
- un paño suave, ligeramente humedecido (no demasiado para sofás de terciopelo o tela), para eliminar finalmente pequeñas manchas o suciedad superficial.
Tejido y Microfibra
En este caso, es mejor dividirlo en dos subcategorías: fundas extraíbles y no extraíbles.
En cuanto a las primeras, la cosa es muy sencilla: puedes quitar la funda sin peligro y lavarla en la lavadora (según las instrucciones del fabricante). Alternativamente, si tienes poco tiempo, o la lavadora es demasiado pequeña, puedes llevarla a una lavandería. En cualquier caso, es el método más rápido.
Si, en cambio, hablamos de limpiar un sofá con funda no desenfundable, el asunto es más complejo.
En cuanto al tejido, para una buena limpieza podemos crear nuestro propio detergente con agua, bicarbonato de sosa y aceites esenciales de eucalipto; éstos, además de dejar un buen olor, tienen una acción decisiva contra los ácaros. Para las manchas rebeldes, depende del tiempo; si son recientes, pásales inmediatamente polvos de talco para que se sequen. Si son más antiguas, mezcla un litro de agua con dos cucharadas de amoniaco y un poco de aceite esencial de eucalipto. Alternativamente, también agua y jabón de Marsella, pero ten cuidado de no decolorar la tela (pruébalo primero en un rincón escondido).
Por último, si tienes la posibilidad de utilizar un limpiador de vapor, tal vez con cepillos, la acción antibacteriana es profunda y está asegurada.
La microfibra es más fácil de limpiar: tras un buen aspirado, prepara una mezcla de agua, vinagre y una gota de detergente para platos. Alternativamente, para manchas más suaves, un simple paño húmedo; en cualquier caso, no mojes demasiado el sofá.
Piel e Polipiel
Limpiar un sofá de piel puede parecer más fácil, pero incluso en este caso hay que tener el debido cuidado; la piel es un material delicado, valioso y caro. Arruinarlo sería un daño considerable, independientemente del complemento en que se utilice.
Para una limpieza más delicada, siempre después de haber aspirado las migas, el polvo y los residuos, una buena gamuza húmeda que no esté chorreando ya limpia suficientemente; esto también se aplica a la piel sintética, que sigue siendo piel natural pero procesada de forma ecofriendly (por ejemplo, a partir de residuos de matadero). Si se trata de quitar manchas, el agua con un detergente suave es una buena solución, siempre con un paño suave; para las manchas afectadas por el tiempo, o que empiezan a «resquebrajarse«, aplica crema hidratante (¡la misma que usas para la cara!). El jabón de Marsella, por último, se recomienda para las manchas más resistentes.
El polipiel, que es totalmente sintético y derivado del plástico, es sin duda más fácil de limpiar. No obstante, si aplicas los mismos métodos que con el cuero clásico (aunque bastará con un paño húmedo), el resultado será sin duda mejor.
Terciopelo
Muchos sofás tienen una funda de tela aterciopelada o con efecto aterciopelado; en estos casos, no se aplican las mismas reglas que con la tela clásica, pero es mejor aplicar instrucciones específicas.
En primer lugar, ten cuidado si pasas la aspiradora, procurando hacerlo con mucha suavidad. Un fregado, con el cepillo adecuado, respetando la dirección del terciopelo, es ideal para eliminar migas, polvo y pelos. Es una operación más larga, pero los resultados son mejores.
Para limpiar las manchas, agua templada y vinagre; sin embargo, asegúrate de limpiar sólo suave y superficialmente con un paño, sin empapar el tejido. A continuación, seca con un secador de pelo a baja temperatura y a la distancia adecuada, sin dejar de ayudar con el cepillo.
En cuanto al tiempo, lo mejor es limitar la limpieza a fondo a una vez al mes (o cada mes y medio); de este modo, el sofá estará siempre en las mejores condiciones, y no estresarás la funda ni la tapicería.
¿Has tomado nota de todo? No hay problema: la Guía de limpieza de sofás para cada tejido está siempre aquí esperándote en el blog de ProduceShop, ¡junto con todas nuestras demás guías de mantenimiento y otros consejos útiles!
